7 errores (comunes) de cuidado en tu perforación nueva

Todos hemos escuchado de miles de historias de terror respecto a perforaciones nuevas. Desde la infección porque tu nueva rutina de limpieza duró 5 días. Perforaciones chuecas, o infecciones que no sabemos de donde salieron.

En los más de 9 años que tenemos perforando y con experiencia de muchísimas personas que nos han visitado y de reuniones con médicos generales, enfermeras, dermatólogos y experiencia con clientes, hemos reunido 7 puntos clave que podrían ayudarte a tener un mejor cuidado de tu perforación.

Evita las historias de terror con tus perforaciones tomando en cuenta los siguientes puntos:

  1. Manos sucias

Es muy normal que todos tenemos la tentación de este nuevo accesorio que llevamos y queremos tocarlo. 

 

 

 ¡ALTO, NO LO HAGAS! 

 

Si tocas tu nueva perforación con las manos que no se han lavado recientemente, los gérmenes se transferirán y podrían provocar una infección. Esto puede parecer obvio, pero sucede lo suficiente como para que valga la pena señalarlo. Por favor, siempre, siempre, siempre lávate las manos antes de tocar tus orejas recién perforadas. (No importa que ya hayan pasado 2 o 3 semanas… no lo hagas). Si te perforaste con nosotros, recordarás que te recomendamos este sencillo punto cada vez que podamos. Es por eso que siempre después de hacerte tu perforación te damos un poco de gel antibacterial para tus manos. Incluso, puede que te hayamos regañado (perdón, lo hacemos porque te amamos) cuando te tocas tu oreja mientras sigues viendo accesorios en la tienda.   

  1. Productos para Cabello

Tu pelo recolecta y guarda todo a lo que se enfrenta durante el día. Puede quedarse con shampoo, acondicionador, productos que aplicaste esta mañana, el tinte nuevo, más las bacterias y contaminación que anden flotando por la vida.

Para prevenir que algunas bacterias se trasfieran de tu cabello, recuerda enjuagarlo muy bien al bañarte con agua abundante. Ayúdale, además, recogiendo tu cabello 2 o 3 veces por semana o evitando traer el pelo sobre el arete. Esto te ayudará no solo a reducir la posibilidad de una bacteria atrapada, si no también a que no se enrede tu cabello y termines jalándolo y lastimando.

Si teñiste tu cabello recientemente, ten cuidado con los residuos que pudieran quedar cerca de tu perforación. Es súper importante que limpies toda el área y que quede libre de restos de tinte y sus químicos.

  1. Solución de cuidado equivocado

Todas las personas te recomiendan un método diferente, y es normal, por que a mi me funcione, no quiere decir que a tu cuerpo le pueda funcionar igual. Por eso, te recomendamos que empieces con los cuidados básicos que te damos.

Primero, utiliza la solución que te recomendamos, todos los días, dos veces al día. Aplica un spray o gel de antiséptico al frente y otra al reverso. **OJO** el abuso y uso excesivo de este producto también puede perjudicarte. Utilízalo máximo 3 veces al día o lo que te recomienden los expertos.

Si parece que esto no funciona, puedes limpiar con agua oxigenada o alcohol.

Precaución: El alcohol puede arder un poco si aún no está cicatrizada la herida. También, si sientes que se reseca la piel, cambia a un producto que sea más suave. Solo tú conoces tu cuerpo y nadie puede definir que puede ser mejor para ti.  

Si por alguna razón, decides utilizar alguna pomada, es SÚPER IMPORTANTE que no dejes esa pomada a que se seque y se haga costra que pueda retener bacterias. La perforación debe de estar limpia y oxigenada para que pueda cicatrizar correctamente.

  1. Quitar el arete antes de lo debido o por mucho tiempo

¡¡¡Por favor!!! No te quites tu arete tan rápido o se cerrará la perforación.

Cada cuerpo es diferente y tiene su propio proceso de cicatrización. Por favor ESCÚCHALO. Y dale tiempo de sanar.

Aproximadamente tarda en cicatrizar una perforación en lóbulo de 2-3 meses y en cartílago de 6 meses a 1 año. Puede ser más, puede ser menos. Todo depende de ti.

Si puedes retirar por pequeños lapsos de tiempo tu arete después de 2-3 meses, si es que se sienten listos, pero ¡¡¡no los retires por mucho tiempo!!! Como aún son relativamente nuevos, puede haber posibilidad de que se cierre.

Procura tener algún arete puesto por lo menos 1 año o más antes de quitar aretes por periodos largos.

  1. Usar los aretes adecuados

Este es uno de los puntos más importantes que queremos platicar contigo.

Perforarse no es cualquier cosa. Es una herida nueva que tienes que cicatrizar y para ayudar a tu cuerpo a hacerlo, tienes que buscar un material que tu cuerpo no genere una reacción alérgica o de rechazo. Por eso VALE LA PENA, créeme, de verdad VALE LA PENA, esperar el tiempo necesario para que no eches a perder el tiempo que llevas con ese arete, que no es tu favorito, pero que es de muy buena calidad para que tu cuerpo cicatrice, en vez de cambiarlo por esos aretes que podrían ser más bonitos, pero de un material que podría dañarte y echar a perder el tiempo transcurrido.

Te recomendamos utilizar aretes de oro sólido por lo menos el primer año en lo que cicatriza tu perforación, ya que es un material mucho más puro comparado con otros metales.

Es por eso que en Alânika® perforamos con aretes de oro sólido de 14K, ya que a la mayoría nos perforaron de bebés con este material y nuestro cuerpo ya tiene tolerancia a él.

  1. Dormir sobre tu perforación

Creo que todas hemos sufrido con este punto, ¿y como no? Si dormidas no sabemos que hacemos.

Cuando duermes por mucho tiempo o presionas por mucho tiempo tu arete, puede inflamar y/o atrasar la correcta curación del piercing, dormir sobre el en la oreja va a inclinar la perforación y dejarla TORCIDA. Cuando tu perforación está muy inclinada tarda en curar mucho tiempo más, te dará más problemas ya que el tejido blando de tu piel se hace hacia un lado y puede generar una bolita.

 

  1. Utilizar aretes apretados

Es normal si tu perforación nueva se hincha o se ve roja, al final, sigue siendo una herida nueva. Dejar que tu cuerpo naturalmente se inflame y se desinflame es importante. Procura no apretar de más tus aretes o a hacer un cambio a un arete de poste corto o una arracada que te apriete. Tu cuerpo buscará la manera de liberar esa presión y puede resultar contra producente.

 

 

Como ves, una perforación requiere más que “solo perder el miedo al piquete”. Toda perforación debe de ser cuidada y, sobre todo, que debes de escuchar a tu cuerpo para saber tomar decisiones correctas que te ayuden a acelerar el proceso de cicatrización. Recuerda que en Alânika, estamos para ayudarte y asesorarte para el mejor cuidado de tu nueva perforación.

Con amor,

 #teamAlânika